La Obra de la Propagación de la Fe fue fundada en 1822 por Paulina Jaricot (haz click en su nombre para saber más), una joven laica francesa que sabía de las necesidades de las misiones incluso por su propio hermano seminarista, quien se preparaba para ir de misionero a China.
Su gran inspiración fue crear un sistema de ayuda “en red”, que manifestara la universalidad y la comunión de la Iglesia. La “globalización de la solidaridad”, de la que tanto se habla en nuestros días, la inventó esta joven hace muchos años, allá por el 3 de mayo de 1822, en una Francia salpicada de episodios revolucionarios.